Aunque existen factores de riesgo más comunes en adultos mayores, como la hipertensión arterial y la acumulación de placa en las arterias, la prevención y el cuidado cardiovascular deben comenzar desde una edad temprana.
Desde la infancia y la adolescencia, es esencial adoptar hábitos de vida saludables que promuevan la salud cardiovascular, como una alimentación equilibrada, la práctica regular de actividad física y evitar el consumo de tabaco. Estos hábitos te ayudarán a prevenir enfermedades cardíacas en el futuro.
En la edad adulta, es recomendable realizar exámenes de salud regulares que incluyan la evaluación de factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial, los niveles de colesterol y azúcar en la sangre. Estas evaluaciones pueden comenzar a partir de los 20 años y deben realizarse de manera periódica.