Día Mundial Contra el Cáncer de Mama

Hoy 19 de Octubre, se celebra el día Mundial contra el Cáncer de Mama. Un día donde TODOS, luchamos y apoyamos a mujeres que padecen esta enfermedad. El color rosa inunda el mundo entero y saca a la luz miles de historias sobre heroínas, auténticas HEROÍNAS. ❤️❤️

Una de esas historias, la tenemos aquí. Un persona cercana a nosotros, nos cuenta como fue su experiencia y como nunca dejó que el Cáncer, ganara la batalla.

«Tienes cáncer de mama… cuando escuché esa frase por primera vez, no entendía lo que me estaban diciendo, pensaba que había sido un error, sentía que el mundo se hundía a mis pies. Además de un dolor insoportable recorriendo todo mi cuerpo, muchas preguntas surgieron y no pararon de atosigarme : ¿Por qué a mi? ¿Podré soportarlo?. Las cosas que me preocupaban pasaron a un segundo plano, no podía pensar en otra cosa y una frase se instaló en mi mente y no desaparecía: ¡TENGO CÁNCER!

Después de semanas asimilando la situación, surgieron las fuerzas y me repetía una y otra vez : ¡Claro que puedes!. No fue fácil, pero me di cuenta de que no estaba sola, que muchas personas que me quieren me iban a ayudar a que el camino fuera más fácil.

El viaje fue largo y realmente duro, después de las primeras semanas de sesión, vinieron esos vómitos horribles. El pelo va desapareciendo y el cuerpo te pesa tanto, que no puedes dar ni 2 pasos seguidos y piensas que si todo va a ser así no vas a poder aguantar, tienes ganas de terminar con todo.

Por fortuna, todo este calvario fue desapareciendo y poco a poco las fuerzas volvieron. La familia estuvo siempre a mi lado, apoyándome y no dejando que me rindiera. En esos momentos también piensas en tus hijos, intentas llevar toda esta situación con toda la normalidad posible repitiéndoles una y otra vez: ¡Mamá está bien!, es lo que les quieres transmitir para que no sufran o lo hagan lo menos posible.

Luego está la gente que te rodea, que te conoce. Un sentimiento de vergüenza aparece en tu interior, ya que no sabes cómo decirles lo que te pasa ni cómo te sientes.¡Tu no tienes la culpa de tener cáncer!. Pero todo cambia, cuando te preguntan cómo te encuentras y notas todo su cariño en sus miradas, esto te da todavía más fuerzas para seguir peleando.

Tras meses de sesiones de quimio, de días negros, la meta está cada vez más cerca, lo estás rozando con tus dedos. El último impulso te lo da las ganas que tienes de vivir, de disfrutar de la vida que Dios te ha dado, de ver a tus hijos crecer, como forman una familia y de poder disfrutar de unos nietos maravillosos. ¡Por fin estoy curada!. Me libero de esas esposas que durante tanto tiempo me impidieron llevar una vida normal y tranquila, vuelvo a disfrutar de la vida.

Ésta es mi historia, mi experiencia y mi lucha contra el cáncer de mama. Con estas sencillas y humildes palabras, quiero ayudar a otras mujeres que están en la misma situación. Decirles que no están solas, que cientos de mujeres han pasado por la misma situación y que es un camino largo y amargo pero hay un final feliz.»

2018-10-23T16:08:29+00:00

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